Tiene el lector ante sus ojos un nuevo libro de Derecho Civil. Un libro escrito para los estudiantes que por primera vez abordan los temas de esta disciplina, básica para la formación de un verdadero jurista. No contiene todo el Derecho Civil, sólo la parte que conforme al plan de estudios vigente en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, y en otras Universidades del país, constituye el objeto del primer curso. Pero no siendo todo el Derecho Civil, sí comprende en sus páginas temas de capital importancia en la materia, expuestos en forma suscinta, pero no superficial. Se ocupa el doctor Domínguez, en primer término, del concepto mismo del Derecho Civil, de su evolución histórica y de su contenido actual, mostrándose partidario de una concepción orgánica que incluya en su ámbito al Derecho de Familia y rechazando -con acierto- las teoría disgregadoras que pretenden hacer de este último una rama separada y autónoma. Prosigue el autor tratando los temas relativos a la teoría de la ley, contenidos en las disposiciones preliminares del Código Civil, que junto con otras materias dan al Derecho Civil su dimensión de Derecho Común. Se ocupa así de la forma y contenido de la ley, de su vigencia y obligatoriedad, de su ámbito de aplicación temporal y espacial, y de su interpretación. En la segunda parte atiende el doctor Domínguez al Derecho de la persona, tema central de la materia. En el estudio de la persona se encuentra el eje sobre el que gira el contenido de la disciplina. No es casual que los civilistas contemporáneos tomen el concepto de persona como sustento para definir el Derecho Civil. Frente a definiciones meramente descriptivas -por otra parte tan usuales- que pretenden dar un concepto de la materia enumerando de manera más o menos inconexa los temas que tradicionalmente la componen, surge el intento de elaborar una definición sintética que llegue a la raíz y que encuentre el concepto que sirva para aglutinar su contenido.