Corpus Christi. Sede del Acervo Histórico del Archivo General de Notarías


Presentación:
Alejandro Encinas


Editorial: Gobierno del Distrito Federal
Año: 2006
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La ciudad de México es, como la describe Octavio Paz, “novedad de hoy y ruina de pasado mañana, enterrada y resucitada cada día... “1 La capital de todos los mexicanos es un espacio que nunca deja de sorprendernos al revelar en la vida cotidiana, de qué manera conviven las huellas de los siglos con el presente.

No obstante las diversas transformaciones urbanas que ha sufrido a lo largo de casi siete siglos de vida, la ciudad de México nos sigue seduciendo. Todavía hoy, es la ciudad que nos sueña a todos y que todos hacemos y deshacemos y rehacemos mientras soñamos, la ciudad que todos soñamos y que cambia sin cesar mientras la soñamos.2

Todos tenemos derecho a soñar y a hacer realidad una ciudad más amable y próspera, que brinde trabajo, bienestar y seguridad a sus ciudadanos. Pero también de recuperar nuestra memoria histórica y cuidar el patrimonio monumental que nos da identidad y fortalece nuestras raíces.

Consciente de ello, el Gobierno del Distrito Federal, con la participación de la sociedad civil, ha impulsado una nueva concepción urbana y cultural de lo que representan para nuestro país el Paseo de la Reforma, la Alameda Central y el Centro Histórico de la ciudad de México, por lo que a partir del año 2002, el gobierno capitalino decidió aplicar un plan de revitalización y dignificación urbana a través de acciones integrales que están modificando radicalmente el aspecto arquitectónico y la imagen de la zona.

Destaca la transformación de Avenida Juárez, una de las más bellas de la capital del país, que fue devastada por los sismos de 1985 y en la que prevalecieron como huella indeleble del daño y dolor de la tragedia los escombros de los que hoy emergen de manera emblemática nuevos iconos que anuncian una nueva era de desarrollo en la ciudad.

En esta arteria se localizan lugares únicos como la Alameda Central, el Hemiciclo al Benemérito de las Américas, el Palacio de Bellas Artes y el moderno conjunto Plaza Juárez.

Dentro de las acciones del Programa de Rehabilitación del Centro Histórico sobresalen los trabajos de rescate estabilización y acondicionamiento del antiguo templo de Corpus Christi. Este inmueble, construido en 1720, cobijó el convento de las monjas clarisas hasta 1861, año en que se establece en el convento la escuela de sordomudos. El templo permanecería abierto al culto religioso hasta 1918.

En 1930 el templo fue utilizado para el culto de la iglesia ortodoxa y en 1931 es declarado monumento histórico, por lo que a partir de 1932 se cierra en definitiva al culto religioso, para dar paso en 1948 al Museo Nacional de Industrias y Artes Populares y más adelante, en 1951, se crea la tienda de artesanías del Instituto Nacional Indigenista, la cual operaría hasta 1985, año en que sufre graves daños por los sismos, lo que lo mantuvo cerrado más de 18 años en un proceso de abandono y deterioro.

Actualmente Corpus Christi alberga el Acervo Histórico del Archivo de Notarías de la ciudad de México y sus tres acervos documentales: el Antiguo que abarca del siglo XVI a inicios del siglo XX; el Contemporáneo, que va del año 1 al 35 del siglo XX, y el Consular, compuesto por los libros de los embajadores y cónsules del primer tercio del siglo pasado.


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