En todos los tiempos ha existido el aborto, pero siempre se ha condenado el provocarlo. Basta ver el juramento de Hipócrates del siglo V antes de Cristo, que como médico lo condena. En estos últimos años, algunos no sólo lo justifican, sino que también lo propician. ¿Por qué las naciones económicamente más poderosas aconsejan el aborto?
Lo aconsejan porque consideran que la sobrepoblación de los países subdesarrollados o en vías de desarrollo es un peligro inminente para su economía política y confort.
Por esta razón, estadistas como Gorbachov, Kissinger en su famoso Informe, Clinton con su mensaje a la Conferencia de El Cairo y organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Organización Mundial de la Salud (OMS), Fondo Monetario Internacional (FM), Banco Mundial de Desarrollo (BMD) y el Fondo de las Naciones Unidad para la Infancia (UNICEF), se han financiado fuertemente y han utilizado sus recursos e influencia para la anticoncepción, la esterilización y el aborto. Para lograr su finalidad , asimismo, han creado organizaciones no gubernamentales (ONGs), también generosamente financiadas, las que, tomando como bandera la tolerancia, los derechos de la mujer, la igualdad de género, aconsejan, permiten, apadrinan e incluso exigen que se priven de la vida a niños concebidos y no deseados.