Con la elaboración y aprobación de esta nueva ley, hemos dado un paso más en el esfuerzo por democratizar nuestra ciudad.
La nueva Ley de Participación Ciudadana, como en pocas ocasiones, es expresión de anhelos de nuestros conciudadanos y de esfuerzos de muchos de nosotros por responder a esos anhelos.
Durante décadas, los habitantes del Distrito Federal fueron excluidos de la vida pública de la ciudad. A diferencia de las restantes entidades federativas del país, los pobladores de la capital carecían del derecho de elegir a sus representantes y a sus autoridades. La administración pública estaba depositada en un Jefe de departamento nombrado directamente por el Presidente de la República, y no existía órgano legislativo local.
Este verticalismo excluyente permeó la actividad toda de la sociedad y fomento las más nefastas prácticas corporativas.