Me atrevo a emprender el estudio de la naturaleza de la función jurisdiccional, conociste de mi audacia, porque siendo tan grande la importancia de tal fenómeno, después de haber estudiado todos los autores, tanto nacionales como extranjeros que estuvieron a mi mano, de buscar en el derecho positivo y en la jurisprudencia un concepto satisfactorio de la jurisdicción, no lo he encontrado, cuando debía estar tul concepto perfectamente aclarado y fundado y ser válido para todas sus manifestaciones.
En efecto, la jurisdicción es quizá la más sólida manifestación del Estado, de la soberanía, su más característica expresión, tal vez de su entraña misma.