Poco es en realidad lo que se sabe sobre la vida de D. José Febrero. Su existencia, modesta, callada, lejos del brillo del poder y de los honores de la cátedra da poco material para seguir su vida, que transcurrió tranquila entre el ejercicio de su profesión como Escribano Real y su labor como escritor jurídico. Sólo el afecto fraternal de sus compañeros de profesión pudo rescatar, a fines del siglo XIX, algunas noticias de su vida, que de otro modo hubieran permanecido en el más completo olvido.
Esta obra suele designarse dentro de nuestra literatura jurídica con el nombre de Febrero de Pascua, y su influencia es notable en las obras mexicanas posteriores.
Nota: Bicentenario del Colegio de Notarios de México