Dentro de la vida escolar, como práctica, he sentido una gran inclinación al estudio de ciertos tópicos de carácter notarial o sea, los referentes a aquella rama del derecho encargada de dar forma, moldear el contenido jurídico manifestado por el consentimiento de los individuos, y sobre todo, la que ofrece la seguridad y confianza necesarios para que el hombre continúe viviendo interrelacionado con sus semejantes, pudiéndose ofrecer entre si la garantía de certeza, de que: dentro de nuestro ya inmensurable tráfico jurídico doméstico o internacional, las obligaciones y derechos pactados en un acto serán cumplidas con eficacia real, y con el pleno conocimiento del conglomerado pasivo universal que rodea a los protagonistas del acto jurídico.