No es sólo el deseó de complementar con el último requisito de la carrera simplemente, sino concretar en las siguientes páginas uno de los problemas que más llamaron nuestra atención durante el tiempo que concurrimos a las aulas, el relativo a la forma de concentración colectiva que día día ha venido tomando un incremento cada vez mayor en la República, como una de las máximas concreciones de las conquistas del proletariado en la lucha por su emancipación económica, y particularmente la forma jurídica más completa de los contratos colectivos, el obligatorio o contrato-ley como se le conoce en nuestro medio.
Creemos fundada y sinceramente que esta forma de contratación es una de las defensas jurídicas más poderosas con que cuentan los obreros en la actualidad, ya que por medio de la cohesión que se logra a través de esta forma jurídica, el obrero no se presenta aislado a hacer frente al capital, con las desventajas inherentes a esta oposición de niveles; sino que, por el contrario, puede pactar con el patrono en términos más decorosos, más justos y más equitativos.